«Bibliotecas de autor II»

Con Sonia Chocrón, Javier Téllez y Vilena Figueira continuamos esta serie dedicada a las bibliotecas de autores venezolanos. Accedemos a los espacios donde habitan los libros, a «su activa quietud», a esa doble posibilidad de visitar lo universal, lo íntimo: las lecturas habituales y las ediciones atesoradas. Una biblioteca dice mucho de quiénes somos. En su aparente desarreglo está el orden de nuestros gustos. Una pared habitada de libros nos espera.

SONIA CHOCRÓN

«Aquí va lo prometido. Mi biblioteca, que es un híbrido de libros y recuerdos. De autores y objetos. (podría decirse que es un resumen de vida).

Esta es la lista de los libros a los que vuelvo siempre. Son los que no me cansan, los que releo, los que no regalo ni aparto. Poemas que cantan siempre en mi cabeza. Historias que hubiera querido contar yo. Idiomas y giros de la lengua que admiro hasta hoy. Abrazos y gracias por el honor, Sonia».

• Federico García Lorca, Romancero gitano.
• Imre Kertez, Liquidación.
• William Shakespeare, Romeo y Julieta (a cada rato).
• Gonzalo Rojas, toda su poesía.
• Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada.
• Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.
• Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano.
• Julio Cortázar, Todos los fuegos.
• José Donoso, Lugar sin límites.
• Alexandre Dumas, El conde de Montecristo.
• William Faulkner, El ruido y la furia.
• Truman Capote, A sangre fría.

JAVIER TÉLLEZ

«Emerson describió las bibliotecas como gabinetes mágicos repletos de muertos. Yo me identifico completamente con esa imagen, ya que nací, crecí y  moriré en una biblioteca. El ensayista americano creía que al menos un difunto volvía a la vida cada vez que un lector abría las paginas de un libro. Podemos entonces pensar que las bibliotecas son esencialmente cementerios, pero también lugares donde todavía es posible presenciar el milagro de la resurrección. Por ello, la tarea de seleccionar los diez ejemplares más relevantes de mi biblioteca es extremadamente difícil o mejor dicho imposible, ya que implica una responsabilidad que sobrepasa mis capacidades ordenancistas. Revisar los estantes de mi biblioteca y convocar a una decena de libros-lázaros a la luz es para mí impensable, ya que ese gesto imprudente condenaría al anonimato (o a la muerte) alrededor de diez mil ejemplares con los cuales convivo felizmente.

En cualquier caso, si pudiese reconocer la decena de libros que son absolutamente indispensables en toda biblioteca, no consideraría necesario poseer los volúmenes restantes.  Pienso que un libro ayuda a leer otro libro y así sucesivamente, es decir, la biblioteca se construye a sí misma como un ser orgánico que se resiste a las mutilaciones, pero que se alimenta ferozmente de las sumas. Es la biblioteca total que digiere permanentemente y rara vez excreta.

Se sabe desde que Walter Benjamin lo señaló, que una tarea del historiador es la de armar constelaciones, y que  un coleccionista serio es también una especie de historiador. No puedo pensar satisfactoriamente en una constelación única conformada por una docena de mis volúmenes predilectos, ya que ese engendro podría incluir ejemplares tan disímiles como una impresión temprana corregida del Ulysses de Joyce, la primera edición del Bardo Thodol,  el Opus Sadicum de  1791, una fotonovela de El Santo que leí de niño y que todavía conservo, la autobiografía visual de Sol Lewitt junto a el primer estudio sobre los ectoplasmas y un antiguo misal que alguna vez rescaté en una nevada en Nueva York…Y usted pare de contar…

Es por ello que hoy prefiero presentar a nuestros lectores una selección homogénea (aunque barroca) de mi biblioteca. Se trata de un grupo selecto de primeras ediciones que poseo del novelista y ensayista cubano José Lezama Lima.

Lezama es uno de los escritores imprescindibles del siglo XX, un portento maravilloso de nuestra lengua y del Caribe, un imán al cual siempre se debe volver. Javier Téllez»

Diez libros y un disco de José Lezama Lima:

• Arístides Fernández, La Habana, Publicaciones del Ministerio de Educación, Dirección de Cultura, 1950.
• Analecta del reloj, La Habana, Ediciones Orígenes, 1953.
• La expresión americana, La Habana, Instituto Nacional de Cultura, Ministerio de Educación, 1957.
• Tratados de La Habana, Universidad Central de Las Villas, 1958.
• Dador, La Habana, 1960.
• Antología de la poesía cubana, La Habana, Consejo Nacional de Cultura, 1965, 3 vol.
• Paradiso, La Habana, Ediciones Unión, 1966.
• La cantidad hechizada, La Habana, Ediciones Unión, 1970.
• Introducción a los vasos órficos, Barcelona, Barral Editores, 1971.
• Oppiano Licario, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1977.

LP: José Lezama Lima, Poemas, La Habana, Palabra de esta América. Casa de las Américas, 1978.

VILENA FIGUEIRA

«Hola. Gracias por incluirme. Acá va como lo medular, lo que siempre consulto con respecto a la fotografía. Muchos besos. Vilena»

• Maestros de la fotografía en Venezuela.
• Pensar con la fotografía, de María Teresa Boulton.
• In the beginning, de Diane Arbus.
• Bocas de ceniza/Mouths of ash, de Juan Manual Echavarría.
• Joaquín Cortés, editado por La Cueva Casa Editorial.
• Tito Caula, Biblioteca de Fotógrafos Latinoamericanos.
• Álbum de ensayos, antología de Josune Dorronsoro.
• Siete ensayos sobre Walter Benjamin, de Beatriz Sarlo
• Estilos radicales, de Susan Sontag.
• América Latina. Photographs 1960-2013, Museo Amparo.
• Breve historia del comisariado, de Hans Ulrich Obrist.

☙

Sonia Chocrón (Caracas, 1961). Poeta, narradora y guionista de cine y televisión. Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. En 1988 participa, por concurso, en el Taller «El Argumento de Ficción» de Gabriel García Márquez en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba). Su trabajo literario, así como sus guiones para cine y televisión, le han merecido diversos premios y reconocimientos. Fue primera finalista del Premio Internacional de Poesía José Antonio Pérez Bonalde (1996) y con el relato «La Señora Hyde» resultó ganadora del Concurso Anual de Cuentos del diario El Nacional (2000). En narrativa ha publicado las novelas Las mujeres de Houdini (2012), Sábanas negras (2013) y La dama oscura (2014); los libros de cuentos Falsas apariencias (2004), La virgen del baño turco y otros cuentos falaces (2008) y Muela/molar (2015). Mientras que en poesía posee las siguientes colecciones: Toledana (1992), Púrpura (1998), La buena hora (2002)  y Mary Poppins y otros poemas (2015).

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Javier Téllez (Valencia, 1969). Artista venezolano radicado en Nueva York. Desde hace más de una década trabaja en colaboración con pacientes psiquiátricos y personas con discapacidad para crear instalaciones y películas que combinan el documental con narrativas de ficción para cuestionar las definiciones y los prejuicios sociales establecidos entre los conceptos de normalidad y patología. Ha tenido exposiciones individuales en The Power Plant, Toronto (2005); Aspen Art Museum (2006); Kunstverein Braunschweig, Alemania (2009); Museu Calouste Gulbenkian, Lisboa (2010); Museo de Arte Contemporáneo Cleveland (2011), Gante (2013); REDCAT, Los Ángeles (2014) Kunsthaus, Zurich (2015). Ha participado en exposiciones colectivas en numerosas instituciones. También ha expuesto su trabajo en la Trienal de Yokohama (2001); Bienal de Venecia (2001 y 2003); Bienal de Sydney (2004 y 2008),  Manifesta, Trento, Italia;  Whitney Biennial, Nueva York (2008) y la Documenta 13, Kassel, Alemania (2012).

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Vilena Figueira. Docente, fotógrafa e investigadora. Comunicadora social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello con estudios en Tecnologías de la Información. Fue miembro principal de la junta directiva del Centro Nacional de Fotografía. Se ha desempeñado como especialista en Información de la División de Archivos Documentales de Biblioteca Nacional. Ha realizado asesorías y dictado talleres en el área de organización de archivos fotográficos.
 Asimismo, ha tenido presencia en varias colectivas, como la 1.^a convocatoria de la Incubadora visual en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, la subasta I Love Venezuela y en Arising/Resurgiendo del MALBA en Buenos Aires, entre otras. Las actualizaciones de su trabajo se pueden apreciar en sus redes sociales bajo el nombre de Archivos de Fotografías.

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 La cabecera fue diseñada por Samoel González Montaño.  Néstor Mendoza realizó la revisión de los textos.