Guardé la boca hacia el rincón llorando
suplicando a la madre del arroz (mi verdugo)
pero siguió la cuchilla en las venas

Pregunté por qué el martirio no cesaba

La miel roja no se detuvo
aunque giró la mano es busca de sutura

Ella mi sangre era echada en las hojas
donde un oso inválido lamía

*

No hace hora esta noche
sólo el aire en los tubos de hueso
la helada la muerta la perdida

Lloremos su recuerdo fatuo

*

                                                     a Mario Abreu

Sufre la madre y gira como el gallo
tiéndese en el paño de nácar
a soñar con la sed
guarda la razón de su vientre
las batallas de abejas
pero siempre nos mira desde su potestad
con lástima
y lame el dolor de cabeza
moviendo la cola siempreviva

*
Si volviera con el ala caída en la mejilla
y sus patas sangrantes brillando en el sol
a la entrada del templo
rendido y rojo en el aire su plumaje
hasta caer finalmente a la última tierra
yo llevaría su dolor suplicante
a los ojos lluviosos de Palas Atenea

*

Encontré sus ovarios en el lago
aún no despertaban los soles
en la melena de los cedros
pero la majestad fragante me vencía

Aspiré y por tres días retuve en los pulmones
aquella tempestad de lavanda

No sé cuánto he dormido desde entonces
pero la hija del espliego
ha caminado y bebido mi sangre

 

 

Los poemas de Teófilo Tortolero pertenecen a su obra Demencia precoz (Caracas: Editorial Arte, 1968). La transcripción de los textos fue realizada por Diosce Martínez y la corrección ortotipográfica por Graciela Yáñez Vicentini. El header fue diseñado por María Núñez, a partir de una foto del poeta Tortolero tomada por Santos López.