Tercer intento de casa materna

 

Tercera medida, tercera entrega y tiempo para conseguir la casa.

Su plumaje que cubre el mes, que ensombrece muslo y cadera del año,

buen plumaje y entrecejo de amanecer cuando se fueron.

Recomendaciones: «Usted, isla; usted, mangle; usted, reina macaurel,

muy despacio y siempre con el girasol a la diestra».

Y ella que revisa todo, que zurce las roturas del cielo,

los desperfectos de la iguana y avanza muy despacio

por entre cortinajes de cera virgen claveteados en el otoño.

 

Tercer tiempo, tercera salida de las páginas

espantando el caballo blanco, orillando huesos de nube

brazos abiertos para no caerse. Y se distribuye el tiempo.

Se hacen paquetes y se colocan en los comercios humildes.

 

De tres en tres la tela, de tres en tres los metros de tela

con dibujos en el vientre, con labrantíos estampados sobre los muslos.

 

Por tercera vez (tercer intento de casa materna) se avanza, se avanza,

buscando quedarse, hacer fuego, quitar hollines de tiempo anterior,

reducir la flor al tamaño de lo eterno. Empeño solitario:

USAR EL ESPEJO PARA ENCERRAR EL ÁGUILA.

Oh! rosa de tinieblas

parada en la imagen del sueño.